La voz de Arahal que llegó a la televisión de Madrid ‘por sorpresa’
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23 años no dan para experimentar mucho. Pero José Antonio Álamo López ya ha conseguido superar una prueba a la que se presentaron 15.000 jóvenes como él. Se trata de la actual edición del programa La Voz, de la cadena de televisión Tele 5. Lo tiene claro, no quiere hacer otra cosa más que cantar y lo hace desde antes incluso de hablar. Su madre, aficionada al cante, al igual que sus tíos, lo dormía con una nana y él conseguía tararearla, cuenta. La timidez le impedía cantar en público hasta hace poco, porque ‘lo ha hecho bonito desde siempre’, pero para soltarse ya estaban las redes sociales. ‘No es lo mismo ponerme delante del público que delante de un teléfono móvil’.
Y así fue como empezó a soltarse con vídeos que después colgaba en Instagram o Facebook. Todo fue empezar para que sus amigos le pidieran cantar y, un buen día, la proposición de hacerlo más oficial llegó de la mano de su amiga Ana María Cortés, Reina del Verdeo 2017, quién vio en él al guitarra que necesitaban en el Coro Romero de Montemayor. Este grupo de amigos y amigas a los que les encanta cantar y a los que no les hace falta una ocasión especial más que la de estar juntos. Antonio dice que en el coro hay voces mucho mejores que las suyas porque ‘donde se pone Salomé’, coplera de Arahal que también realizó su recorrido por programas y tablaos y cuya voz ha pone el tono exacto y necesario en muchas canciones del Coro.
Álamo, como dicen los mayores, tiene la edad en la boca y un futuro prometedor. Porque está clarísimo que seguirá cantando y que en los próximos años se formará para hacerlo cada vez mejor. Asegura que buscará un conservatorio, quiere perfeccionar la guitarra y hacer piano y, sobre todo, educar una voz que le transmitió a través de los genes su madre, en la calle Mogrollo de Arahal, donde se ha criado y en la que el día que menos te esperas lo oyes ensayar a pie de balcón. Entonces las vecinas buscan de qué televisión procede esa canción o de qué emisora de radio.
La experiencia en Madrid le ha permitido recibir las primeras llamadas de empresarios hosteleros para que cante en su local. Y descubrió las mieles del éxito el mismo viernes que salió en el programa de Tele 5, aquel en el que recibió la sorpresa, el día en el que las felicitaciones llegaron desde tantos lugares que tuvo que dejar el teléfono, no le daba tiempo a contestar. Se sintió desbordado, porque él no deja de ser un sencillo joven de Arahal con una idea clara: cantar. Y mientras lo consigue sale al campo a trabajar, para ganarse el sustento. Nadie le ha dicho que sea fácil y, aún así, está dispuesto a intentarlo con la seguridad que supone desearlo más que cualquier otra cosa en el mundo. Ojalá en una edición futura de este cuaderno de pitágoras, volvamos a contarles que la voz de la calle Mogrollo consiguió su sueño.