No necesitan imitar a nadie porque son únicos. Pero el fotógrafo, gran admirador y seguidor de ellos, digno de tener una camiseta con su nombre, se apuntó a la idea de que posaran como el Grupo Tequila, en la portada del disco Rock and Roll en la plaza del pueblo, uno de los más emblemáticos de su carrera que empezó en 1976 poniendo música transgresora a la transición española. Ariel, Alejo, Felipe, Julián y Manolo, se han convertido en Dario Segura, Julio Barrera, Mari Carmen Moreno, Antonio Luis Godino y, el técnico, sin el que sería imposible los conciertos, Manuel José García Esquivel. LOS GLOTONES, en mayúsculas porque ellos también fueron con su música en contra de toda norma cuando la democracia aún era joven, años 80; cuando en un pueblo de La Campiña sevillana fumar o montarse en moto era pecado, sobre todo para las mujeres.
Resistieron 11 años en ese panorama, la adolescencia y primeros años de juventud, después cada uno tomó un camino buscando la formalidad. Pero, la música une y tira del alma hasta no dejarla en paz. Y así fue como empezó su segunda etapa, la que, dicen, llegará hasta las mismas puertas del campo santo (seguro que bromearán cuando lean esto). Y en la nueva etapa, han tenido que aceptar cambios e incorporaciones porque la vida te pone y te quita sin previo aviso. Ahora un concierto de Los Glotones es, para quienes pasamos de los 50, una vuelta atrás a una Plaza de la Corredera en la que subirse a una tarima de madera era de valientes.
Cinco jóvenes de los 80 a los que sólo les importa la música para beber ‘Maz zerveza’. Los Glotones ‘Han caminado’ con cada canción, para llegar a ‘La meta’ que nunca es el fin con la única intención de ‘Caer…sobre mí’ y sobre toda una generación que ha demostrado resistir, poniendo buena cara a las adversidades, demostrando que la música ha sido siempre el mejor de los caminos. Y con la espontaneidad de saber que, en cualquier momento, ponerse culo en pompa delante de la cámara no es sólo una broma sino una manera de demostrar, que hasta en estos tiempos, puedes romper moldes, sin utilizar las redes sociales o a pesar de ellas.